Cumplimos el sueño de observar en la naturaleza a la ballena franca austral. En esta reseña les compartimos un pequeño itinerario, recomendaciones y astucias para recorrer la región de Península Valdés.
Puerto Pirámides es el único pueblo de la Península Valdés. La península es patrimonio de la humanidad declarada por la UNESCO, una reserva de fauna única y uno de los mejores lugares en el mundo para hacer avistaje de ballenas.
A Puerto Pirámides pueden llegar en auto, taxi o excursión desde Puerto Madryn (1h) o Trelew (1h30).
En Puerto Pirámides nos quedamos 3 días porque amamos este pueblo y no nos cansamos de recorrerlo. Recomiendo si quieren venir en temporada de ballenas hacerlo entre julio y noviembre. Hace dos años vinimos durante el verano y la playa es muy hermosa y pueden sumar además avistaje de pingüinos.
El avistaje de ballenas embarcado lo hicimos con la empresa Hydrosport y fue alucinante. Más de dos horas de navegación viendo y respetando los movimientos de las ballenas. Vimos mamás con sus crías, saltos y colas de ballenas. Les recomiendo mirar el pronóstico y elegir el día con menos viento para embarcarse, en especial si viajan con niños pequeños. Por eso también les recomiendo hospedarse en Pirámides porque les da más flexibilidad para tener avistaje exitoso.
Qué otras cosas hicimos en Pirámides?
Hicimos el tour de Puerto Pirámides Camina y lo adoramos! Fue una caminata encantadora por el pueblo descubriendo su historia, sus pobladores y su magia.
Fuimos a la Lobería de Punta Pirámides en taxi con el Pela (+54 9 280 485-6058). Es una maravilla este lugar, el guardafauna nos mostró fósiles, vimos la colonia de lobos marinos y ballenas desde lo alto.
Hicimos un trekking sencillo subiendo a los acantilados de la playa de Puerto Pirámides. Desde la costa se ven ballenas bastante seguido, hay que entrenar el ojo y son muy fáciles de detectar y escuchar.
Y también disfrutamos mucho de la playa, nos tiramos desde las dunas y vimos atardeceres soñados.
No hicimos el recorrido completo de la Península porque son tramos largos y para Carme con 6 años me parecía tedioso y preferimos quedarnos recorriendo el pueblo y disfrutando de su calma. Recomiendo el Hotel Raíces en la segunda bajada. Tiene habitaciones preciosas, un espacio común con cocina y asadores tipo quincho y está a una cuadra de la playa.
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